Hay un tema que siempre me ha apasionado: el paso del tiempo. Cómo las cosas cambian y lo único que permanece es, precisamente, el mismo cambiar de la materia.
Hielo entre las grietas de una roca, rompe y
despedaza reventando bastimentos para
luego derretirse y retornar al viejo estado líquido y
tal vez evaporarse,
dejar un rastro muy observable de mudanzas en
la piedra -huellas perceptibles-
y otro rastro más extraño, más oculto, an-
clado en variaciones minerales microscópicas,
hálito del agua que se va
dejando huella de fantasma
más ligera que el vapor,
duradera sin embargo por los siglos
de los siglos.
¡Llevo 20 años viviendo en Madrid!
Hace 3 meses
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