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viernes, 20 de noviembre de 2009

Traducción de algunos poemas de Wendy Cope

A mi llegada a Londres, rápidamente se me recomendó la lectura de una poetisa llamada Wendy Cope. La popularidad de Cope en el Reino Unido es bastante notable. Totalmente anclada en su generación, su poesía es accesible, sencilla y está repleta de humor irónico, a menudo con referencias a los clásicos del siglo XX, entre los cuales cabe destacar T.S. Eliot. En efecto, la obra de Cope parece partir del modernismo más desenfadado que representarían poemas como “The Hippopotamus” a la vez que observo un cierto feminismo aburguesado que me lleva a pensar en la obra juvenil de Edna St. Vincent Millay, sobre todo por la falta de miedo a la hora de hacer uso de la rima en contextos totalmente alejados del clasicismo.
He escogido tres poemas tomados de dos libros diferentes, creo que representativos de lo que yo he creído entender que su obra transmite. Por cuestiones de comodidad, no he traducido ninguno rimado.


A las 3 de la madrugada
(Making Cocoa for Kingsley Amis, 1986)

No hay sonido alguno en el cuarto
salvo el tictac del reloj
que ha comenzado a asustarse
como un bichito atrapado
en una enorme caja.

Libros yacen abiertos sobre la alfombra.

En otro lugar
estás tú dormido
y junto a ti una mujer
que llora suavemente
para que no te despiertes.


Un curioso poema a un gato
(Serious Concerns, 1992)

Mi gato ha muerto
pero he decidido no hacer
una tragedia de ello.


Pastoral
(Serious Concerns, 1992)

Ojalá fuese una poeta provinciana
que hablase de la naturaleza.
Cuando pensase en los poetas de Londres
murmuraría siniestra: “los odio”.

Y fuera saldría a patear el campo, senderos salvajes
con mis vaqueros y botas camperas.
Una poeta provinciana no necesita carmín
ni medias ni chaquetas respetables.

El desorden de la vida urbanita, qué maravilla
deshacerse de ello
y pasar el tiempo en comunión con el todo,
sentada sobre un muro seco de piedra.

Y después de un largo día en comunión
deambular de vuelta a casa para un bocado,
luego al pub con gente de la auténtica,
que se pimpla doce pintas cada noche

para pasar las noches provincianas
sin tanto aburrimiento ni dolor.
¡Gente de verdad, tan sólida y tranquila
como un autobús de Londres bajo la lluvia!

Algún día iré a vivir al campo
y muchos cuadernillos llenaré
con mis observaciones sobre animales (todos
muertos porque están más quietos).

Ovejas muertas y conejos aplastados. Oh, me encantará.
Mi rostro estará calmo y bronceado
y brillará de amor por toda la creación
exceptuando a los poetas urbanitas.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Traducción de un texto de Gaudier-Brzeska

Henri Gaudier-Brzeska (1891-1915) fue uno de los miembros más prominentes del movimiento vorticista, versión londinense del cubismo parisino y el futurismo milanés de los cuales se declaró enemigo no sin caer en contradicciones.
Gaudier, escultor y pintor de origen francés, viajaría a los 19 años a Londres para llevar allí una vida bohemia (se dice que llegó a vivir debajo de un puente) junto a su compañera sentimental Sophie Brzeska, cuyo apellido anexionó al suyo. Allí comenzó a relacionarse con los artistas y poetas que estaban uniéndose para conformar la vanguardia británica: Ezra Pound, Wyndham Lewis, Hilda Doolittle, Jacob Epstein, T.E.Hulme... En poco tiempo ya era una de las figuras más activas del llamado London Group, asociación de jóvenes artistas que buscaban luchar contra el academicismo.
Influida por el primitivismo que abogaban los cubistas, la obra de Gaudier-Brzeska siempre tiende a parecer inacabada, dejando la huella de su autor en forma de aparentes imperfecciones. La lectura de Fenollosa a través de Pound lo acercó a un orientalismo que, igual que pasaría con Lewis, fusionaría con el belicismo protofascista de Sorel. Esta atracción fatal por el movimiento frenético y la lucha, compartida por muchos de los vanguardistas europeos, llevaría a Gaudier-Brzeska a alistarse en el ejército francés para combatir en la I Guerra Mundial. No abandonó su arte en las trincheras. En 1915 escribió una carta a sus compañeros artistas que luego sería publicada en el segundo número de la revista Blast, publicación del movimiento vorticista. Para cuando llegó a las calles, el joven escultor ya había fallecido en combate. Parece ser que su extremo ímpetu lo llevó a arriesgar su vida en exceso. Su amante Sophie enloquecería, muriendo diez años después en una institución mental.
La figura de este autor, por muy fugaz que fuera su carrera, no quedó del todo olvidada. En 1972 Ken Russell realizaría una película biográfica llamada Savage Messiah que giraría en torno a la vida de este artista maldito.



LLEVO DOS MESES LUCHANDO y ya puedo estimar la intensidad de la vida.

MASAS HUMANAS se mueven y pululan, son destruidas y surgen de nuevo.

LOS CABALLOS se desgastan en tres semanas, mueren junto a los arcenes.

LOS PERROS pasean, son destruidos y otros llegan.

CON TODA LA DESTRUCCIÓN que está en marcha en torno nuestro NADA CAMBIA, ni siquiera superficialmente. LA VIDA ES LA MISMA FUERZA, el agente móvil que permite que el pequeño individuo se reafirme.

LOS OBUSES ESTALLANDO, las descargas, entramados de alambre, proyectores, motores, el caos de la batalla NO ALTERAN LO MÁS MÍNIMO la colina que estamos asediando. Una compañía de PERDICES se escabulle ante nuestra propia trinchera.

Sería idiota buscar emociones artísticas entre estos pequeños trabajos nuestros.

Este ridículo mecanismo que sirve como purga de una humanidad supernumerosa.

ESTA GUERRA ES UN GRAN REMEDIO.

En el individuo mata arrogancia, autoestima, orgullo.

Arranca de las masas números y más números de unidades despreciables cuyas actividades económicas se han vuelto nocivas como la reciente crisis de mercado nos ha mostrado.

Mis ideas sobre escultura siguen siendo absolutamente iguales.

ES EL VÓRTICE DE LA VOLUNTAD, DE LA DECISIÓN, QUE COMIENZA.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Poemas en inglés / Poems in English

Lamento haber estado apartado del blog durante tanto tiempo. El cambio de vida no está siendo sencillo y, puestos a sacrificar, las aficiones deben ir antes que las necesidades. No he dejado de escribir (supongo que porque escribir se encuentra en un raro limbo entre necesidad y afición) pero, para mi sorpresa, las palabras no me están surgiendo tanto en español como sí me surgen en inglés. Apenas hablo ya en español con nadie. Sólo por teléfono con mi familia. Leo a diario El País, pero toda la literatura que entra en mi cabeza está en otro idioma.
Dejo por tanto una muestra de esta nueva poesía que estoy haciendo, todavía embrionaria, sintiéndolo por los que no entendáis el idioma de Wordsworth y Eliot. Y los que lo manejéis, no seáis demasiado críticos, esto es un salto atrás, un comenzar de nuevo, con otro vestido diferente. Tal vez por eso los temas sean distintos a los míos habituales y me haya dejado encandilar por un subjetivismo que generalmente rechazaría.
El primero es una traducción de uno que escribí hace un año en español de todos modos.


You are my altar and my holy host


You are my altar and my holy host,
mortal flesh as transcendental
as the beating of the slit drums in the jungle,
crying out for rain to come,
wine
from the heavens,
blood
from the veins.
Amor.
Oh, the thunderous storms at dawn!


Soap

I’ve been using the soap
you gave to me, I don’t know why.
Did you think my hands were dirty?
The truth, however,
is that now I sense I’m getting cleaner
as I slowly rub
these fragile, drowsy fingers,
these memories of clay under my nails.


More than a peacock feather

The peacock feathers in your earrings
aren’t real, they’re just icons
inside a marble frame.
That’s why they make me think
of the qualities of beauty
as something fixed
and untainted.

But your beauty flows and changes,
and it stains me with its smell,
soaking every single cell of mine,
every single atom.


Mirrors

I'm sorry. I got
carried away by the emotions.
Didn't mean the things I said.
Let me brush your hair,
let me comb away the angry thoughts
that crowd your mind
while the mirrors watch us.


Ver mapa más grande
¡Aquí estoy!

lunes, 13 de julio de 2009

Perseus

Junto al monasterio
de El Escorial
las lágrimas de San Lorenzo tienen
el mismo brillo
que en otras zonas
del hemisferio norte.
A veces traen, no obstante,
un leve olor a santo calcinado,
mínimos rescoldos
como latigazos
y un color azul que queda
en lo sensible
de las retinas.

Los aficionados a
la astronomía
saben que el misterio se repite
todos los veranos:
un periódico recuerdo del martirio
hasta que las cenizas
del cometa 109P / Swift-Tuttle
se extinguen frías
en el túnel inefable
del olvido
eterno.


lunes, 6 de julio de 2009

Disco favorito de junio

HAWKWIND (UK)
‘Warrior on the Edge of Time’ (1975)
United Artists
9

Hace poco he descubierto que el barrio de Londres en el que vivo, Ladbroke Grove, fue la cuna de algunas de las bandas de Rock más interesantes de los setenta: Pink Fairies, The Clash, Motörhead, Hawkwind... Yo ya sabía que éste era un barrio bohemio con mucha historia cultural alternativa, pero esto me ha agradado especialmente, ya que, Hawkwind, concretamente, es uno de mis grupos favoritos. Es por eso que voy a hacer una crítica del que considero que es su mejor disco, ‘Warrior on the Edge of Time’, a mi parecer la cumbre de su larguísima carrera, aunque sé que hay gente que tiene opiniones muy distintas a la mía.
Hawkwind fueron la representación musical de un movimiento polifacético que en aquellos años estaba en pleno esplendor: la ciencia ficción juvenil. Moebius, Philippe Druillet, Michael Moorcock y Dan O’Bannon entre muchos otros ayudaron a dar forma a este subgénero a través de revistas “pulp” que eran ávidamente leídas por millones de adolescentes. Historias inverosímiles repletas de psicodelia e inundadas por musculosos guerreros de larga melena y bellas amazonas de enormes pechos que tenían aventuras intergalácticas en mundos extraños que eran una mezcla de fantasía científica y leyenda protohistórica.
Con su estética hippy futurista y psicodélica, Hawkwind les dieron una banda sonora a las fantasías heroicas (y eróticas) de miles de jóvenes, con un estilo que destacaba por su mayor dureza, anunciando a golpe de guitarra el advenimiento del Punk Rock y el Heavy Metal, musical y estéticamente hablando. Tampoco eran ajenos a las drogas, como muestran sus letras y los problemas que tuvieron con la ley. Nada extraño en aquellos tiempos de todos modos. No nos debe sorprender saber que Lemmy Kilminster, bajista de Hawkwind por aquel entonces, sería encarcelado en EEUU por llevar anfetaminas al poco de grabar este disco, provocando así su expulsión de la banda. Libre de compromisos, formaría Motorhead para convertirse en uno de los músicos más emblemáticos de las últimas décadas.
‘Warrior on the Edge of Time’ es casi un disco conceptual. Con muchas de las letras escritas por el propio Michael Moorcock, incluyendo algunas poesías musicadas, el álbum es un viaje por los mundos que este escritor de ciencia ficción creó como trasfondo de sus populares novelas. Musicalmente hablando, se trata de una obra a medio camino entre el Rock psicodélico de los primeros Pink Floyd y el Krautrock de Amon Duul II pero, como ya se ha dicho, con grandes dosis de fiereza, anunciándonos el Punk Rock que muy pronto desarrollaría Lemmy con Motorhead y la New Wave of British Heavy Metal que protagonizarían Saxon y Iron Maiden. Temas como “The Demented Man” o “The Golden Void” nos acercan más a esa primera parte psicodélica mientras que otros como “Kings of Speed” son claros ejemplos de ritmo frenético y velocidad (usaron dos baterías para grabar esta canción). Pero lo más interesante, a mi juicio, es cuando mezclaron ambas tendencias para crear clásicos como “Assault and Battery”, a mi gusto uno de los grandes temas del Rock de los años setenta. Os dejo un vídeo (no oficial) con el que podréis disfrutar de esta grandísima canción.



miércoles, 1 de julio de 2009

Poe y la pintura II (Romanticismo inglés)

Viene de la primera parte.

De todos los pintores que influyeron a Poe, el que más peso tuvo sobre él, sin duda, fue Henry Fuseli. Este pintor británico de origen suizo, fallecido en 1825, sería nombrado por Poe en más de una ocasión. En el caso concreto de The Fall of the House of Usher, al comparar las abstractas creaciones pictóricas del doliente Usher con the certainly glowing yet too concrete reveries of Fuseli. Mucho se ha comentado respecto a Usher en estudios sobre Poe. La conclusión habitual suele ser que este personaje es una de las representaciones más exactas del propio Poe, quien vería reflejado su espíritu romántico en el atormentado y convaleciente caballero de su historia. Si esto es cierto, y parece que lo es, podemos entender que Poe se vería asimismo reflejado en las pinturas de Fuseli, las cuales tendrían un cierto parecido con las de Usher como ya se ha indicado, aunque parece que menos abstractas, “más concretas”. Ya hablaremos de la abstracción en la siguiente parte de esta “exposición online”, porque éste sería un aspecto que interesaría mucho a nuestro querido escritor.

Al contrario que la mayoría de los pintores románticos, Fuseli nunca se prestó al paisajismo. Más bien, trató de buscar lo sublime en lo fantástico, mostrando el movimiento de sus ficciones de forma violenta y poco natural. Partiendo de Miguel Ángel y de la pintura manierista, el pintor anglosuizo creía en la necesidad de exagerar las posturas del cuerpo humano para aumentar el dramatismo, acentuando el movimiento, algo que de nuevo nos recuerda a Poe cuando afirma que el artista debe tener un exquisito sentido de la deformidad o la desproporción. La visión de algunos cuadros de Fuseli nos servirán mejor de ejemplo:

Odysseus in front of Scylla and Charybdis (a la izquierda) nos muestra el lado más violento de Fuseli, mientras que Silence (a la derecha), su lado más siniestro y melancólico. Poe escribiría un soneto y un relato titulados Silence que bien podrían estar influidos por la visión del cuadro homónimo. En el soneto, como en la pintura de Fuseli, el silencio aparece personificado en la figura de un hombre que parece tener las cualidades de una estatua: From matter and light, evinced in solid and shade.

Sin embargo, como ya se apuntó con anterioridad, Poe tomará de la pintura romántica no sólo una inspiración estética, sino también una influencia definitiva a la hora de describir e incluso de dar forma a la historia. En una de las secciones del relato The Fall of the House of Usher, vemos por ejemplo cómo el protagonista sufre una pesadilla que, inevitablemente, nos recuerda a lo que encontramos en uno de los cuadros más conocidos de Fuseli: The Nightmare. Una comparación que se acentúa aún más en la descripción mediante el uso de la palabra frame (marco, en inglés), como si la situación fuera de hecho una pintura enmarcada.


An irrepressible tremor gradually pervaded my frame; and, at length, there sat upon my very heart an incubus of utterly causeless alarm.

Esto no debe de extrañarnos si tenemos en cuenta que, para Poe, que siempre estuvo preocupado por encuadrar teóricamente su obra, el relato breve debía tener sobre el lector un efecto similar al de una pintura, la cual puede ser observada de un golpe de vista, leaving in the mind of him who contemplates (...) a sense of the fullest satisfaction en sus propias palabras.

John Robert Cozens sería uno de los máximos exponentes del paisajismo en el primer romanticismo inglés, sirviendo de influencia sobre Constable, quien lo consideraría el mayor genio que jamás hubiera tocado el paisajismo. Estos dos cuadros, ambos de 1777, representan lagos italianos que el pintor vio durante su grand tour europeo. El mundo mediterráneo sería para el romántico anglosajón un lugar exótico que alimentaría su fantasía con historias a menudo góticas y decadentes como en The Cask of Amontillado o The Oval Portrait.

En la primera parte hablábamos de cómo los paisajistas románticos americanos del siglo XIX habían mamado de la escuela británica. Aunque Fuseli fuera reacio al cultivo del paisajismo (no nos dejó un solo ejemplo), contemporáneos como J.R. Cozens y alumnos como John Constable, James Ward o J.M.W. Turner sí que se dedicarían con profusión a esta tendencia. En el caso de estos dos últimos vale la pena llamar la atención sobre un paisaje muy concreto que ambos pintores representaron: Gordale Scar. Este paisaje, al cual el mismísimo Wordsworth dedicó un soneto, sería para los románticos un ejemplo geológico de lo sublime, con esa enorme grieta abierta en la roca que parecía simbolizar el dolor quebrado del artista de una forma que Poe supo emplear muy bien. Así, su casa de Usher, agrietada de arriba abajo, sería también la representación física del carácter roto del propio Roderick Usher/Poe. La casa, al igual que el barranco, podemos suponer, son ejemplos de aquella materia viviente que tanto interesaría a Poe y que, en cierto modo, parece anunciar ya la filosofía de Henri Bergson y su impulso vital, cuyo precedente es sin duda romántico.

Distintas interpretaciones pictóricas de un mismo paisaje: el barranco conocido como Gordale Scar. A la izquierda, la de Ward (1814-1815), y a la derecha la de Turner (1816). Obviamente, mientras que el estilo de Ward parece encajar perfectamente en el romanticismo gótico, el de Turner ya anuncia sutilmente la pintura luminosa que caracterizaría a muchos pintores de la segunda mitad del siglo como los impresionistas franceses o los luministas americanos.

El cuadro de Ward es considerado una obra maestra de la pintura romántica, pero es Turner quien más nos interesa, no tanto por este trabajo suyo, sino por el que desarrollaría en su madurez, en los años precedentes a su muerte en 1851 -dos años después que Poe-. Será este pintor londinense, casi con total seguridad, el que más se acerque en estos años a esa extrañeza, esa distorsión de la cual el escritor americano hablaba. La influencia que Turner tendría sobre los impresionistas y, especialmente, sobre Claude Monet, es de hecho equiparable a la que el propio Poe tuvo sobre Baudelaire, quien también tendría a pintores románticos como Delacroix entre sus influencias. Ya veremos, además, cómo estos dos poetas se sentirían atraídos por un concepto revolucionario: el de la Gesamtkunstwerk, la obra de arte total, idea que parece venir del compositor romántico alemán Weber. Pero no nos desviemos, ya desarrollaremos esto en la próxima parte. Centrémonos en Turner por el momento.


La muerte de su padre, en 1827, llevó a Turner a un estado de desesperación lúgubre que se tradujo en la obra Death on a Pale Horse (1825-1830), a la izquierda. A la derecha vemos la imagen infernal de Vesuvius in Eruption (1817) que muestra el interés que este pintor tenía por el poder destructor de los elementos. El mar iluminado sirve de espejo del horror igual que el pantano que refleja la mansión de Usher en el relato de Poe.

Uno de los mejores ejemplos del trabajo de madurez de Turner es este Rain, Steam and Speed - The Western Rail (1844), que sirve de base para el impresionismo de Monet, gran admirador del pintor londinense.

Turner sería, junto a Constable, el máximo exponente de una tendencia que alimentaría la pintura inglesa durante décadas, sirviendo de caldo de cultivo para los prerrafaelitas, siempre interesados en estudiar la naturaleza con atención. Lamentablemente no voy a poder dedicar espacio a esta escuela, pero sí pondré algunos ejemplos del paisajismo romántico inglés con autores que hemos pasado por alto pero que ayudaron a establecer una tradición pictórica que se extendería también hasta el otro lado del Atlántico con la Hudson River School.

John Constable (1776-1837) tenia la opinión de que el cielo era lo más importante de un paisaje y sería ahí donde centraría su búsqueda de lo sublime. Para perfeccionar su técnica no dudó en estudiar meteorología. El uso de la ciencia al servicio del arte no sería ajeno a los románticos, tampoco a Poe. Su estilo, cercano en abstraccción al de Turner, serviría de inspiración a la École de Barbizon primero, a los impresionistas después. Éste es su cuadro Seascape Study with Rain Cloud de 1824.



John Sell Cotman (1782-1842) fue uno de los miembros más prominentes de la Norwich School, un movimiento inglés provinciano que retrató de forma compulsiva la belleza de la región de Norfolk y sus alrededores. Aquí vemos el cuadro Ruins of Rievaulx Abbey, Yorkshire de 1803.

Otros paisajistas ingleses fueron James Stark (a la izquierda su cuadro Woody Landscape, de fecha desconocida) y John Linnell (a la derecha su cuadro Gravel Pits, de 1812). El primero fue miembro tardío de la Norwich School, el segundo un prominente paisajista en su tiempo, rival de Constable, pero hoy prácticamente olvidado.

Dentro de un par de semanas más o menos volveré para hablar de la relación entre Poe y los movimientos pictóricos de finales del siglo XIX, especialmente el impresionismo y postimpresionismo francés así como su vástago alemán, ya en plena época de vanguardia: el expresionismo. Creo que va a ser la parte más interesante de esta exposición.

domingo, 21 de junio de 2009

Traducción de dos poemas de Hilda Doolittle

Hilda Doolittle, o H.D., que es como solía firmar sus obras, fue uno de los miembros más relevantes del movimiento imagista. Según Pound, de hecho, el primer miembro del imagismo, pues fueron precisamente unos poemas de esta americana afincada en Londres los que le inspiraron a dar nombre al nuevo estilo allá por 1912.
H.D. avocaría por una poesía directa, clara y concisa, alejada de barroquismos, musical y, sobre todo, buscando una objetividad que mostrase el objeto presentándolo directamente y no representándolo.
He escogido dos poemas para traducir. El primero, Oréade, por ser quizá el más conocido de esta poetisa, muy representativo del estilo imagista, cargado de fuerza y muy sexual (Doolittle ha sido en ocasiones comparada con la pintora Georgia O'Keeffe). El segundo contiene una primera parte que es quizá declaración de intenciones imagista, por su relación entre belleza y dureza, y una segunda parte que seguro que gustará a los que ahora mismo están en España pasando calor. Ahí van.


Oréade

Mar, agítate.
Agita tus pinares puntiagudos,
lanza tus enormes pinos sobre
nuestras rocas;
echa tu verdor sobre nosotros,
cúbrenos con un fangal de abeto.


Jardín

I

Tú eres clara, rosa,
tallada en roca, dura
como tormenta de granizo.

Podría escarbar el color
de los pétalos como
tinte desaguado de una roca.

Si pudiera quebrantarte
yo podría quebrantar un árbol.

Si pudiera sacudir
si pudiera quebrantar un árbol,
yo podría quebrantarte.


II

Oh viento, desgarra el calor,
raja el calor,
desgárralo en jirones.

La fruta no puede caer
con este aire tan denso.
No puede caerse al calor
que estruja y desnariga
las puntas de las peras
y redondea las uvas.

Corta el calor,
labra sobre él
deshaciéndolo a ambos lados
de tu camino.

lunes, 15 de junio de 2009

Poe y la pintura I (Romanticismo americano)

Aprovechando el bicentenario del nacimiento de Edgar Allan Poe y lo que he estudiado sobre él en los últimos meses con motivo de algunas conferencias voy a escribir una breve serie de artículos sobre la relación entre Poe y el tercer arte, creando en la medida de lo posible una especie de exposición en línea: Poe y la pintura.

Una lectura superficial de los relatos más conocidos de Poe y un conocimiento básico de la pintura romántica nos pueden bastar para darnos cuenta del enorme peso que ésta supuso sobre la obra de aquél. En ciertos pasajes descriptivos, casi podemos llegar a decir que Poe trataba de pintar más que de describir. En otros, la influencia de sus pintores favoritos –a los cuales menciona en más de una ocasión– se hace notar incluso en la trama. Eso sin olvidar, por supuesto, aquellos relatos en los cuales una pintura tiene el papel principal, como en The Oval Portrait (1842).

Quisiera señalar, no obstante, un único relato que tengo mejor estudiado y que, opino, muestra con mayor claridad estas tres tendencias. Me refiero a The Fall of the House of Usher (1839).

La descripción inicial del paraje que envuelve la casa de Usher, en la cual se desarrolla la idea de que es la primera impresión –esto es, la intuitiva– la que frecuentemente se desvela como auténtica, es una clara evocación de la pintura romántica creada pocas décadas antes. Una figura llega a la mente con particular claridad: Washington Allston, poeta y pintor americano, amigo personal de Coleridge, quien, vale la pena recordar, fue una de las mayores influencias sobre las teorías literarias de Poe. Ambos creían en la común inspiración de la literatura y las artes plásticas, Poe yendo luego aún más lejos al pretender crear en sus relatos el mismo efecto que provocan las pinturas, las cuales pueden ser disfrutadas de un vistazo. Allston fue, asimismo, uno de los primeros teóricos sobre la pintura romántica y, aunque su obra Lectures on Art se publicó tiempo después de morir Poe, no es descabellado pensar que éste ya conocía algunas de sus ideas, con las cuales coincide en más de una ocasión. Echemos un vistazo a su cuadro Elijah Fed by the Ravens (1818) y leamos la cita extraída del relato de Poe:

"There was an iciness, a sinking, a sickening of the heart—an unredeemed dreariness of thought which no goading of the imagination could torture into aught of the sublime".

Cita y cuadro, nos llevan a pensar en la filosofía de Edmund Burke -padre teórico del romanticismo inglés- y su idea de lo sublime teniendo el dolor como base (o el horror, en el caso que nos ocupa). Un cuadro en el cual, además, como vemos, aparece el famoso pájaro que Poe inmortalizaría con su poema The Raven (1845).

Pero no sería la única pintura de Allston que quizá inspirase al maestro del terror y el misterio. The Dead Man Revived by the Bones of the Prophet (1814), creada poco antes de la muerte de su esposa, nos habla de un tema que Poe desarrolló luego con profusión: la delgada línea entre la vida y la muerte y la resurrección.

Otros pintores románticos que pudieron ejercer una influencia sobre Poe o que, por lo menos, trabajaron sobre temas similares, son los miembros de la Hudson River School, liderados por Thomas Cole, famoso autor de la alegoría The Voyage of Life (1840) así como de numerosos paisajes románticos ambientados en el valle del Río Hudson y sus alrededores. Dejemos como ejemplo algunas obras en las cuales podemos ver el influjo gótico que alimentaría también al escritor.

Dos paisajes de Thomas Cole, a la izquierda Romantic Lanscape with Ruined Tower (1831-1836) y, a la derecha, The Oxbow (1836). La búsqueda del paisaje edénico no era una actividad particular de los pintores. Poe también se atrevió a ello con relatos como The Landscape Garden (1842), The Domain of Arnheim (1847) o Landor's Cottage (1849), su último relato antes de morir. Esto contrastaría con los paisajes creadores de horror que encontramos en muchos otros relatos suyos, y que tendrían su representación en el cuadro de Allston expuesto más arriba.


Twilight in the Wilderness (1860), obra del que fuera alumno de Thomas Cole, Frederic Edwin Church, miembro prominente de la segunda generación de la Hudson River School. Cole murió en 1848, un año antes que Poe, pero muchos otros artistas siguieron sus pasos hasta llegar casi al siglo XX.


Mountain Landscape and Waterfall (1879), de Hermann Ottomar Herzog, otro heredero del estilo desarrollado por la primera generación.


Storm in the Rocky Mountains (1886), del exitoso autor tardoromántico Albert Bierstadt. Tanto él como Herzog eran inmigrantes alemanes. Este cuadro muestra ya otro movimiento nacido de la Hudson River School: el luminismo.

Sería este tipo de pintura paisajística por la que serían conocidos tanto Cole como sus compañeros y pupilos, los cuales conformarían la que quizá fuera la primera gran escuela de pintura situada en los Estados Unidos aunque, eso sí, aún muy influida por el romanticismo británico con figuras como James Ward o Henry Fuseli. Pero de eso ya hablaré en la siguiente parte: Poe y el romanticismo británico.

jueves, 11 de junio de 2009

Dos poemas en inglés / Two poems in English

Ya que he decidido vivir en Londres por una temporada, he pensado que debería comenzar a escribir también en inglés. Todavía tengo algunos fallos, pero voy mejorando. Mi inspiración es clara: Amy Lowell, John Gould Fletcher, William Butler Yeats... Ya encontraré mi propio estilo.

Since I've decided to live in London for a time, I've thought that I should start to write in English too. I still make some mistakes, but I'm improving. My inspiration is clear: Amy Lowell, John Gould Fletcher, William Butler Yeats... I will eventually find my own style.

Gracias a Abby por su ayuda / Thanks to Abby for her help.



Swan song

Let me lie among the reeds,
let me lie among the busy swans.
I know that they can’t sing:
I’ll sing for them about the misty dawn
that doesn’t come,
about the girl who leapt much like
the moon upon the fence of my static home,
challenging me
with pallid vibration.


Light flowers

I sleep
and right above my head
hangs a dim, withering rose.
All her essence drops
on my lips, the avid dreamers,
unconcerned
with the ghostly beauty of her decay.

Ah, they dream
of blossoming flowers
twinkling in the dark.

viernes, 5 de junio de 2009

Disco favorito de mayo

ANTIMATTER (UK)
‘Saviour’ (2001)

Prophecy Records

8


Aprovecho que llevo más de una semana completa viviendo en Londres para volver a actualizar el blog y, de paso, celebrar mi llegada con la crítica de un disco británico de los últimos años. Se trata del grupo Antimatter, proyecto paralelo de Duncan Patterson de Anathema que pronto pasaría a convertirse en una banda propiamente dicha al acaparar todo el esfuerzo de este polifacético artista. ‘Saviour’ fue su primer disco y, por lo tanto, su declaración de intenciones. Tengo dudas de que sea su mejor oferta, ‘Lights Out’, su siguiente álbum, es un serio contrincante, pero a pesar de todo me voy a decantar por escribir una crítica sobre esta pequeña joya desapercibida para muchos.
La propuesta de Antimatter, lejos de continuar por los senderos de Anathema, lo cual no tendría mucho sentido, consiste en darle una vuelta de tuerca al género Trip-Hop que tanto éxito tuvo en los noventa con bandas como Massive Attack o Portishead. Lentos ritmos electrónicos que, unidos a las atmósferas creadas por los teclados provocan en el oyente una sensación de ensoñación y trance. La aportación de Antimatter consiste en hacer uso de esta herramienta para crear claroscuros y penumbras, dejándose tentar pero sin caer nunca en lo gótico. ‘Saviour’ es un disco que profundiza en el lado oscuro que álbumes como ‘Dummy’ o ‘Mezzanine’ ya contenían, lanzando sobre ellos una sombra más larga, una luz entre las nubes, una cualidad más romántica pero al tiempo absolutamente contemporánea.
Una de las cualidades más sorprendentes del disco es su variedad dentro del estilo propio. Esto se debe, por una parte, a que los temas no fueron compuestos por la banda en conjunto, sino que los dos miembros principales se repartieron el trabajo de composición sin interferirse. La segunda razón es la participación de tres cantantes diferentes: dos chicas y el compañero de Patterson y confundador, Michael Moss. De tal forma, aunque el efecto de ensoñación no se quiebra nunca, éste no es monocromático, sino que tiene ondulaciones y tonalidades y, al final, el viaje se nos ha hecho más ameno, tanto que no es raro dejar el disco puesto para que suene varias veces sin detenerse.
Tengo muchos temas favoritos en este disco y me es muy difícil escoger, temas como “Psalms” o “The Last Laugh”, pero parece que hay uno en particular que tiene relativo éxito en Youtube, de modo que os dejo el vídeo (no oficial) de “Flowers”, posiblemente la canción más oscura, envolvente y romántica de toda la obra.


sábado, 23 de mayo de 2009

Sale un vídeo mío en Gaceta Universitaria

Pongo un vídeo mío recitando un soneto atómico que muy amablemente han subido los compañeros de Gaceta Universitaria a su página web.

Dejo también un link a la noticia, que hace referencia al Gran Festival Meφistofélico, celebrado el pasado miércoles 20 de mayo en la Universidad Complutense. El festival fue todo un éxito. Contamos con la asistencia a lo largo del día de docenas de personas que vinieron a disfrutar de la exposición fotográfica, las ponencias, las lecturas de relatos, los recitales poéticos y la representación teatral. Todo gracias al inestimable apoyo de la Casa del Estudiante.


domingo, 17 de mayo de 2009

Sexo y sonido

Un poema erótico sobre la física de los sonidos del amor. Salió publicado en mi Cuaderno de bitácora.


Tu voz se transmite a igual velocidad
por el medio gaseoso de tu aliento
cálido.
Por el medio sólido
del enigma torturado
de mi cráneo.
Por el medio líquido
del ensueño
de tus besos.

No comprendo la razón
de tamaña extravagancia con las leyes
de la física de ondas.

¿Es quizá posible
que se escape la belleza
del sentido fijo de las cosas?

¿O tal vez sea yo,
sordo por el ruido atronador
de las palpitaciones,
táctiles sonidos disonantes?

lunes, 11 de mayo de 2009

Gran festival meφistofélico

Haz clic para ver en gran tamaño:



domingo, 10 de mayo de 2009

Traducción de algunos poemas de John Gould Fletcher

John Gould Fletcher (1886 - 1950) es uno de esos poetas olvidados que en su momento participaron en importantes movimientos literarios pero sin buscar la fama. Siempre mantuvo un carácter independiente y solitario. Fue primero miembro del grupo imagista en Londres para, años después, retornar a su pueblo en Arkansas y unirse a los poetas ruralistas. Allí desarrolló una grave depresión que no aminoró ni cuando obtuvo el premio Pulitzer, en 1938. Apartado por completo del escaparate literario acabó con su vida ahogándose en una alberca para el ganado.
He traducido algunos poemas de su época imagista. Son todos parte de su libro Japanese Prints, fuertemente influenciado por la poesía japonesa como se podrá observar. Hasta donde yo sé, no existen traducciones al español de la obra de este poeta, tan maldito como los simbolistas franceses a los que veneraba. Las imágenes que podréis ver más abajo formaban parte del libro original.



Las estrellas

Hay una diosa que anda cubierta de día.
De noche arroja su velo azul sobre el mundo.
Los hombres miramos su gloria desnuda por los pequeños boquetes del velo.


Lluvia de la tarde

La lluvia caía tan suave en la tarde,
yo casi creí que los árboles habíanse puesto a charlar.


Recuerdo y olvido

He olvidado cuántas veces me besó
mas no olvido
una temblorosa rama – una hoja que cayó
al suelo.




Una comparación

Mi amada es como el humo azul que asciende
en lentos planeos,
y ondea
sobre las sendas oscuras de viejos edenes largo olvidados.


Cortesana yaciendo bajo un cerezo

Ella es un lirio,
púrpura oscuro, pálido rosa,
bajo rizados ramajes
que quiebran estrellas en flor.
Se mece afable
con el movimiento del arbusto.
¿Con qué sueña?
Sueña con las noches y sus lámparas naranjas,
con las copas y cumplidos y caricias de los dos espadachines,
y con el anochecer cuando los fatigados duermen
estirados sobre esteras en palacio,
y con el tronchado tallo del lirio flotando en la fuente.



martes, 5 de mayo de 2009

Orion

Quiere extenderse por la playa, aún más lejos,
hacia la costa de una nueva vida;
salvarse de este cuello de botella, de este cuerno de escasez que lo subyuga,
cuerno seco con pellejo de gacela.

No importa derramar su sangre con
la punta de una flecha hecha de sílex,
con el diente de la propia vida que responde o-
jo por ojo,
diente
por diente.
Es la misma sangre que decora
los extremos de los gladios el arquero herido saltan-
do tanto tras la caza, como por
delante de las hienas que lo hostigan.

- Sangre cada ciclo de la luna.
- Sangre del color de la arcillosa tierra y la madera.
-
Barcas con un tronco vaciado, o con juncos y con ramas; cuerdas hechas con tendones de animales.

Es el sol el dios que da calor al vivo, el
que retira su fulgor a los que mueren y descienden a la noche.
Hay que ir por tanto a pulso a su morada, a
donde nace,
donde hay caza suficiente.
Sangre y semen para
reordenar las cosas en los vientres,
siempre dirigiéndose hacia oriente,
siempre al este.


Amanecer el el Gran Valle del Rift

sábado, 2 de mayo de 2009

Disco favorito de abril

SWANS
'White Light from the Mouth of Infinity' (1991)
Young God Records

9,5


Swans fue una de esas bandas que sufrieron la contradicción de ser enormemente influyentes sin jamás alcanzar la popularidad. Suele decirse de The Velvet Underground que no fueron muy escuchados en su tiempo, pero que todo el que los escuchó formó después un grupo. Puede que sea exagerado comparar la influencia de ambas bandas, pero no se debe negar el enorme alcance que Swans tuvieron a lo largo de su carrera. Nacidos del mismo caldo de cultivo de arte contracultural y experimentación en el que se había formado la Velvet quince años antes, Swans obtuvieron cierta fama en los circuitos underground gracias a la frenética agresividad de su propuesta. Fueron en efecto considerados el grupo más brutal de todos los que conformaron el movimiento postmoderno conocido como No Wave, no sólo por sus ensordecedores sonidos industriales (la gente vomitaba en sus conciertos debido al altísimo volumen), sino también por la violencia apocalíptica de sus letras. Sin embargo, progresivamente fueron abandonando su faceta agresiva para centrarse en propuestas más melódicas, llegando a finales de los ochenta a abandonar por completo el sonido postindustrial que antaño los hubiera caracterizado. Con su sexto álbum, The Burning World, no encontrábamos ya casi ni un ápice de aquellas tendencias, escuchando en cambio a un grupo más centrado en la guitarra acústica y en la ironía pesimista de sus letras.

Pero no es ése el disco que nos interesa, sino el siguiente, White Light from the Mouth of Infinity, a mi juicio el más brillante en toda la carrera de la banda. En éste nos encontramos con un grupo que no sólo se encuentra cómodo con su nuevo estilo, sino que, alejado de influencias externas, es capaz de penetrar y reformular, controlando cada mínimo aspecto para crear una obra en la que ningún detalle ha quedado al aire, con doce temas en los que ninguno cojea a pesar de que hablamos de un álbum que dura casi setenta minutos.

White Light comienza con los amagos vocálicos de un bebé, gesto prometedor de una nueva vida, un nuevo modo, para pasar de lleno a la excepcional “Better than You” que se nos muestra como declaración de intenciones con su Post-Rock experimental, irónico y ecléctico. Hipnóticos acordes de guitarra sobre una base de batería que parecen llevarnos al arrebato religioso, elementos Neo-Folk acentuando la cualidad mística de su música y, rompiendo con toda idea de salvación, la profunda voz de Michael Gira destruyendo sueños e ilusiones con cáustica desesperanza pero, no podemos negarlo, con energía y deseo. Una lucha entre nihilismo y trascendentalidad que no llega nunca a solucionarse.

No es fácil destacar canciones en un disco tan redondo y equilibrado, pero yo siento un apego especial, además de por “Better Than You”, por la majestuosa “Will We Survive”, la melancólica y algo gótica “Love Will Save You” y por la más melodiosa, casi Folk Rock, “Why Are We Alive?”. Lamentablemente, esta obra maestra se encuentra hoy en día descatalogada y sólo se puede conseguir pagando precios muy elevados en el mercado de segunda mano. No debería haber entonces ningún prejuicio a la hora de descargarla de Internet, por lo que dejo un link para aquellos interesados.

Finalmente, dejo también un vídeo con la música y las letras de "Love Will Save You" que he encontrado en Youtube. No estoy del todo seguro, pero creo que Swans no hicieron ningún vídeo musical para White Light. No tendrían presupuesto.

martes, 28 de abril de 2009

Richard Cory: traducción de un poema de E.A. Robinson

Acabo de volver después de unos pocos días investigando en la British Library. Estoy escribiendo un artículo sobre poetas modernistas norteamericanos para una enciclopedia online. Este artículo me ha servido para descubrir algunas voces consideradas "menores" por la crítica, pero que en su momento tuvieron un enorme prestigio y que, desde luego, todavía hoy tienen un gran valor por muy eclipsados que hayan quedado. Una de estas voces es la de Edwin Arlington Robinson (1869 - 1935), del cual me he tomado la libertad de traducir uno de sus poemas más célebres, Richard Cory, si no me equivoco, inédito en español (aunque no he hecho una búsqueda en profundidad, lo reconozco).

E.A. Robinson ha sido siempre muy comparado con su compatriota Robert Frost por su estilo, a medio camino entre la tradición y la modernidad, y por su condición de poetas solitarios. Uno de los temas más repetidos en la obra de Robinson es, en efecto, la soledad, la condición de descastado. "Los poetas están solos allá donde se encuentren", dijo en un poema.

Espero que esta traducción sirva para despertar algún interés. Que conste que no soy un traductor experto.

Nota: Gracias a los comentarios del Dr. Schmigalle, quien me ha hecho algunas correcciones de mi traducción que, creo, ahora ha mejorado bastante.


Richard Cory

Siempre que Richard Cory bajaba a la ciudad
nosotros lo mirábamos pasar desde la acera:
él era un caballero de pies a coronilla,
gustoso de lo limpio y regiamente enjuto.

Y él estaba siempre compuesto con sosiego,
y era siempre humano cuando hablaba;
mas agitaba pulsos al decir los buenos días
y resplandecía cuando andaba.

Y sí que era rico, más rico que los reyes,
y admirablemente triunfaba en cada gracia.
En fin, nosotros nos creímos que era todo
para soñar que estábamos viviendo en su lugar.

Seguimos trabajando y esperando alguna luz,
vivíamos sin carne y maldecíamos el pan,
y en una calma noche de verano, Richard Cory
fue a casa y se metió un balazo en la cabeza.

jueves, 23 de abril de 2009

Microrrelato: Confusión de la verdad

Nunca me dio a mí por eso del microrrelato, pero mira por dónde, el otro día concebí uno muy tonto, el más corto que se me pudo ocurrir. ¡Más corto aún que el de Monterroso!. Los hay más cortos, pero creo que no se les puede considerar microrrelatos por no tener sentido (carecen de verbo, y por lo tanto de acción, como "Fin", o no tienen trasfondo de ningún tipo, como "Fue" o "Vio").



Confusión de la verdad

No -asintió-.


miércoles, 22 de abril de 2009

Ya está funcionando el blog de Meφisto

Hace unos minutos he subido la presentación a modo de primer editorial. Ayer pasamos toda la tarde diseñándolo, buscando que fuese lo más fiel posible a la edición en papel. Creo que hemos conseguido un resultado bastante bueno. No dejeis de visitarlo y añadirlo a vuestros favoritos. Desde hoy, Meφisto ya no es sólo una revista que se reparte cada seis meses, es también una bitácora que funciona sin descanso.

martes, 21 de abril de 2009

Sonetos

Vuelvo a subir algo de poesía, de nuevo algo que escribí hace ya algún tiempo. El otro día alguien me preguntaba si no expresaba nunca mis sentimientos íntimos en los poemas que escribo. No es que no lo haga, es que no creo que resulte interesante. Sin embargo, hay numerosas ocasiones en las que rompo esta norma. Dejo aquí dos ejemplos de sonetos amorosos. El primero es de 2005, el segundo de 2008. Espero que gusten.


Amor que yo suspiro y no responde
llamada tras llamada. Si esta vida
te doy de mi salud descolorida,
tomarme entre tus brazos corresponde.
El bien de medicina que en bebida
tus besos pueden darme se me esconde
en mueca zaherida. Dime dónde
podré entonces curar mi desmedida.
Sonido de tu voz es un mutismo
de verbo incomprensible, inacabado.
Silencio cuando callas y comprendo
que no comprendo nada de mí mismo,
que soy un pobre hombre malhadado,
que caigo y caigo más y nunca aprendo.



Tal quema este fragor de mi deseo
que nunca me daré por satisfecho
si no te tengo yo y, si te poseo,
tampoco habrá descanso entre mi pecho.
Qué gran contradicción de que soy reo:
procuro atornillarme a lo derecho
mas te amo de tal modo que sorteo
las normas del exceso y del provecho.
¿Adónde irá a parar mi devoción
si yo en mi devoción me he convertido?
¿Qué hacer sin el deseo y la emoción
del roce de tu amor desconocido?
Seré la silenciosa conmoción
de un vaso a rebosar de sinsentido.

domingo, 19 de abril de 2009

Cualquier lugar, cualquier día

Ayer fui a ver una representación de la obra de mi amigo Ignacio Pajón Leyra, asiduo colaborador de Meφisto y miembro del equipo directivo de Ediciones Antígona. Ignacio, destacado relatista y dramaturgo, es autor de un buen número de obras a pesar de su juventud, algunas de ellas traducidas en el extranjero.

Su obra, titulada Cualquier lugar, cualquier día, provocó en mí un estado de reflexión que pronto se materializó en conversación con otra amiga, compañera doctoranda y una de las personas de mi edad con mayor capacidad crítica que conozco (mucho mayor que la mía, desde luego).

Intentaré resumir las conclusiones de esta conversación a la vez que explico la obra e insto al lector a que acuda sin falta a verla. Sólo le queda una semana en cartelera.

Cualquier lugar, cualquier día nos enfrenta a la realidad de la guerra con un prisma desolador y oscuro. Hasta aquí no habría nada particular si no fuese porque esa oscuridad está iluminada por una luz que no es la de la esperanza, sino la de un circo. El resultado es una danza de la muerte grotesca, con movimientos rítmicos ora hilarantes, ora patéticos que, a la vez que nos ahogan en la podredumbre del ser humano, nos arrancan la cabeza de ese charco para mostrarnos en su reflejo nuestra propia condición ridícula. Una de cal y una de arena podría decirse. Como los telediarios.

La conclusión que uno tiene al salir de la sala es: el Homo Sapiens no ha aprendido nada. No hay mejora. La Alejandría del siglo I a.e.c. o el Bagdad del siglo XXI, todo es lo mismo. El mismo desprecio por la vida humana y por la cultura que ésta crea. Una idea profundamente pesimista, en fin. Y, sin embargo, el hecho de que se nos permita reírnos de esa situación, es tal vez una forma de liberarse, de vencer al horror si se quiere, como en el chiste freudiano. Pero esto de nuevo nos lleva al pesimismo, porque quiere decir que tal vez sólo podamos vencer a la guerra de forma simbólica mediante el chiste o la mofa. En el exterior todo sigue igual.

El caso es que todos estos pensamientos me llevaron a replantearme mi idea de que el paradigma del pesimismo que hemos vivido en las últimas décadas se esté agotando, algo en lo que mucha gente (incluida mi amiga) no está de acuerdo y que Cualquier lugar, cualquier día parece efectivamente contradecir con vehemencia.

Defendiendo mi postura aduje que, seguramente, la obra de Ignacio podría perfectamente haber sido estrenada hace veinte años sin desencajar. Es lo mismo que me sucede con las últimas películas de Almodóvar o los hermanos Coen. Me encantan, pero pienso, no rompen con el paradigma, siguen viviendo en los años noventa. Y por otra parte, ¿quién lo hace?, es decir, ¿quién rompe el paradigma?. Tal vez no esté tan agotada la postmodernidad como yo pensaba. La fuerza tragicómica de Cualquier lugar, cualquier día parece defender a ultranza esta postura y, estemos de acuerdo o no con lo que transmite, provoca un estado de ánimo que es caldo de cultivo para el pensamiento crítico constructivo, y eso sí que es verdaderamente positivo.

Como dije, sólo le queda una semana, una lástima porque se merece ser vista por mucho tiempo. La obra se representa de jueves a sábado a las 20.30 en el bellísimo Teatro Espada de Madera, sito en la calle Calvario 21, en el madrileño barrio de Lavapiés, no lejos de la plaza de Tirso de Molina. Dejo un plano para que nadie se pierda y la encarecida recomendación de acercarse a ver esta magnífica obra, reflejo esperpéntico de nuestro tiempo.


Ver mapa más grande

miércoles, 15 de abril de 2009

A la vanguardia

…and crying with a loud voice, ‘This is indeed Life itself!’ turned suddenly to regard his beloved: She was dead!.
E.A. Poe


El lienzo ocupó una superficie de algo más de cinco metros cuadrados. Estuvo bellamente enmarcado. Diversas restauraciones, afortunadamente, no llegaron a modificar el marco, de un bello estilo historicista. (No obstante, ciertas zonas de pintura que se habían perdido con el paso de los siglos sí que pudieron necesitar restaurarse (Suaves apliques reversibles, siempre respetuosos con el contenido original. (Apenas unas breves pinceladas verticales sobre finas capas de barniz protector: cola de conejo))) (1).


La pintura, una imagen de Jesús de Nazaret envuelto en un sudario con el rostro descubierto, habría sido pintada a mediados del siglo XIX por algún artista segundón. Hubiera sido el ejemplo de alguna escuela posromántica española de inspiración barroca. Siguiendo tal estilo, la obra profundizó en el tenebrismo y el patetismo característicos del arte religioso del periodo. Densos goterones de sangre le dieron un toque de color a la pálida frente del yaciente. Un exceso de efectismo que trataba de ocultar con sombras mal expuestas las obvias carencias del artista. Tal vez por eso el cuadro fue guardado en un sótano junto a centenares de otras obras baladíes.



La falta de atención original provocó la paulatina reaparición de los hongos y bacterias que las cuidadosas restauraciones habían eliminado. El lienzo adoptó entonces un color más oscuro en su reverso. La pintura también se oscureció, cubriéndose lentamente de suciedad y polvo. Bajo la capa de mugre, ésta soportó excepcionalmente el paso del tiempo, pero llegó el día en que, sin ser vista, también comenzaron a desprenderse minúsculos fragmentos de su soporte. Mínimos huecos blanquecinos fueron apareciendo entre las torpes arrugas del sudario, sobre la barba, junto a las llagas.

Pero estos fueron cambios sin importancia, desde luego. Siglos de abandono acabaron por deteriorar la propia edificación sobre el sótano. En
ciertas zonas los cascotes cayeron sobre los cuadros, agujereando lienzos o reventando marcos que se abrían astillados. Grietas abiertas dejaron pasar arena y agua. Con ellas, nuevos patógenos vivos se colaron, descendiendo sobre las desposeídas obras de arte. Seres mortecinos, esperando a reactivarse en el lugar adecuado.



La mezcla de agua, pintura y lienzo, supuso un caldo de cultivo adecuado para algunas bacterias que, sin ser extremófilas (2), sí parecían sentirse más cómodas en ambientes poco habituales como éste. La pintura, cuyos ineficaces colores n
unca habrían interesado a ningún crítico de arte, sirvieron para dotar a las criaturas de un sustento químico que, lentamente, fueron sintetizando y transformando. Su efecto más notable, visible incluso en la penumbra de haber habido ojos cerca, fue el cambio de tonalidad, respetando en cambio la forma de la figura yaciente que sólo con el paso de algunas semanas comenzó a deformarse perceptiblemente. El resultado fue que la imagen adquirió un aspecto más onírico y extravagante, con tonos luminosos e incluso fosforescentes que suplantaron por completo al tenebrismo anterior. Donde antes primase el azul marino, luego abundó el turquesa; donde el gris, el limón; donde el rojo, el verde chartreuse. De tal forma, la corona de espinas llegó a asemejarse a una vaga aureola de color lavanda, derramando sobre el lúgubre rostro una hilera de sangre color verde que se extendió cada vez más, como si hubiera estado emanando en verdad de alguna herida abierta. El rostro de Jesús de Nazaret quedó así surcado por una estría verdosa y enfermiza.

Nuevas cepas de bacterias, más agresivas o simplemente más hambrientas, continuaron con el trabajo de sus predecesoras, provocando ulteriores emanaciones que fueron distorsionando figura y sudario, cada vez más difíciles de reconocer.

Mientras ciertas áreas informes del cuadro eran devoradas, la pintura que éstas contenían se fue transformando en una costra de muy diferentes tonalidades. Esto, unido al debilitamiento del marco, que apenas podía ya mantener el lienzo estirado, había provocado una desfiguración absoluta de lo que en un comienzo pudieron ser las intenciones originales del artista, desapareciendo asimismo toda impresión de fondo o relieve. Al cabo de meses, masas de colores cada vez más tenues estaban entremezcladas sin ton ni son como simples manchas derramadas, a veces dejando entrever un pasado figurativo pero, casi siempre, estrictamente indefinidas. Así quedo la obra.

Luego, las bacterias debieron morir, no encontrando más alimento sobre el lienzo, cada vez más arrugado, agujereado por las ocasionales piedras que caían desde el techo desmoronado.

Un trozo de azulejo cayó un día sobre el cuadro, rasgando la tela de arriba abajo. Una apertura vertical permaneció desde entonces como una incisión que, en aquella materia postviviente, casi parecía una herida mortal. Tal vez una autopsia.

Con el paso de las décadas y el progresivo desmoronamiento del edificio, con la lluvia y las oleadas de arena que el viento arrastraba y dejaba caer por los resquicios, el cuadro acabó por desmenuzarse, disolviéndose al fin, muchos siglos después, en el desierto de los tiempos. Metros por encima de sus últimos restos, la arena endurecida daba sustento a nuevas plantas y animales que habitaban donde antes, varios milenios atrás, hubiera habido, tal vez, un antiguo museo repleto de algunas obras de arte, entre ellas, aquel cuadro que, habiendo nacido muerto, pudo alcanzar una cierta vida y un cierto movimiento superando las barreras del futuro.


1. Confiando en el progreso de la química aplicada al arte de la reparación pictórica, los cambios se habían hecho de tal forma que siempre se pudiese volver atrás, esto es, al momento previo de la operación.

2. Se denomina así a aquellos microorganismos que tienen su hábitat en ambientes extremos (por ejemplo de acidez o temperatura), muriendo en lo que se consideraría como ambientes “normales”.


Tras leer el relato, imprescindible visitar este link.

martes, 7 de abril de 2009

Cuaderno de bitácora

Cuaderno de bitácora es mi primer poemario completo. Lo publicó en mayo de 2008 la editorial Antígona de Madrid. Yo ya había publicado en algunas antologías así como en revistas, pero este libro, por eso de ser el primero, tiene algo especial de lo cual me siento orgulloso. Contiene los primeros poemas después de un cambio tangencial que decidí dar con mi trabajo, algo así como un salto entre mi poesía de adolescencia y mi poesía de juventud. Marca el comienzo del camino que tengo pensado recorrer por un largo tiempo.
Con algo más de cien páginas, contiene prácticamente toda la poesía en verso libre que escribí a lo largo del año 2006 y comienzos de 2007. Incluye una magnífica introducción escrita por el profesor Eduardo Valls Oyarzun.
Aunque su promoción ha sido humilde, ha recibido algunos elogios. El poeta Leo Zelada lo nombró entre los mejores libros de poesía joven del año 2008. Todavía estoy trabajando en promocionarlo, pero es un proceso muy lento que debo compaginar con mis otros quehaceres, entre ellos, terminar Almagest.
Todavía está a la venta en la Casa del Libro y El Corte Inglés (c/Princesa), pero se puede también pedir a través de la distribuidora o en cualquier librería (teniendo un poco de paciencia). El ISBN es 978-84-935658-9-3.
Dejo tres poemas como ejemplo de lo que este Cuaderno de bitácora contiene:

1 de enero

Año nuevo es recreación de lo nuevo,
lo viejo revolcándose hacia el fango del futuro.
Los días se hacen largos
en esta parte del año,
tras el solsticio de invierno.

¿Qué de nuevo nos traerán
los círculos de lo mismo?

Futuro inconsciente,
tu silencio instala espejos que nos mantienen atados.


9 de julio

Un trozo de papel
abierto.
¿Adónde ir?
(Tal vez derecha,
tal vez izquierda).

Lenguaje de colores –no verbal-.
Líneas y puntos:
azul de mar,
blanco montaña,
gasolineras.

El mundo figurado en una carta.


WCW

me gusta leer a
William Carlos Williams
a veces quisiera decir cosas
como que tanto depende
de un tonel rojo
brillante de agua de lluvia
junto a los pollos
blancos
pero yo sólo sé decir
me gusta leer a
William Carlos Williams
a veces quisiera decir cosas
como que tanto depende
de un tonel rojo
brillante de agua de lluvia
junto a los pollos
blancos
pero yo sólo sé decir
me gusta leer a
William Carlos Williams

viernes, 3 de abril de 2009

Disco favorito de marzo

CELTIC FROST (Swi)
'Into the Pandemonium' (1987)
Noise Records
9

Me gusta el término Death Metal, pero si me pidieras que definiese el estilo de Celtic Frost tendría que decir que somos una banda de Rock pero en su forma más pesada, con un toque de avant-garde en buenas cantidades.
Tom Warrior

Dentro de la escena del Metal, si hay un grupo al que se le podría catalogar de avant-garde, éste fue, sin duda, Celtic Frost. Cada disco suyo supuso una nueva revolución. Si comenzaron pretendiendo ser la banda más pesada del mundo, estableciendo las bases de lo que ya se comenzaba a conocer como Death Metal, muy pronto se convirtieron en los primeros en alejarse de la misma ortodoxia que ellos mismos habían ayudado a crear. Y en 1987, con Into the Pandemonium, llegaron a su punto álgido. Un álbum que, inmerso por completo en la experimentación propia de los años 80, funde sobre una base del Metal más intenso elementos insólitos como la Ópera Rock, el Rock gótico, el New Wave o incluso el Hip Hop. De tal forma, destrozaron por completo el dogmatismo de un género poco dado a aperturismos, dejando una brecha abierta por la cual entrarían a borbotones un decadentismo sensual y una sensibilidad poética antes inexistentes en el Metal. Así, un tema especialmente atmosférico y melancólico, "Tristesses de la Lune", es en realidad la musicalización de un soneto de Charles Baudelaire. Violines, violas, violoncelos y trompetas suenan junto a guitarras eléctricas, baterías y bajos en la operística "Rex Irae". "One In Their Pride", por el contrario, es un himno futurista a la exploración espacial. Pero la confusión para el oyente tradicional no llega solamente por el eclecticismo, desde luego. Otra de las curiosidades del disco es su clasificación. Una mirada atenta al orden de las canciones y unas cuantas escuchas explican la rara sensación que a uno le queda siempre tras poner el CD en la bandeja: el disco está del revés. Comienza con una versión (el "Mexican Radio" del grupo New Wave Wall of Voodoo) y termina con una introducción instrumental, la tenebrosa "Oriental Masquerade".

La idea de hacer un disco como éste ya llevaba rondando las cabezas del trío suizo desde hacía algunos años. Entrevistas anteriores nos demuestran cómo tenían en mente grabar una especia de trilogía, siendo precisamente Into the Pandemonium la joya final de la corona, un disco que ya desde un comienzo sabían que iba a ser más experimental, más ambicioso, según sus propias palabras sobradas de vanidad la crème de la crème del avant-garde. Incluso se planteaban separarse al terminar su trilogía, cosa que en realidad no harían sino hasta tres años después de sufrir el fracaso estrepitoso de sus dos siguientes discos: Cold Lake (1988) y Vanity/Nemesis (1990).
En cualquier caso, las limitaciones económicas de su discográfica y la consecuente falta de medios tecnológicos, provocaron que este disco no llegase a brillar tanto como en sus soñadoras ambiciones. Hubieron de pasar más de diez años para que una reedición del mismo hiciera posible satisfacer las aspiraciones del grupo que, sólo un año después de la edición del magnífico Master of Puppets de Metallica, había demostrado que en el mundo del Metal no sólo era posible hacer música de altísima calidad compositiva, sino que también había cabida para la experimentación, alcanzando de esta forma su estado de madurez.

Todas las canciones citadas tienen links a Youtube, de modo que no dejo esta vez ningún vídeo. Por otra parte, CF nunca llegaron a grabar ningún vídeo clip para este disco. Supongo que se gastaron todo el dinero en contratar músicos de estudio.